Por Javier Preciado Patiño
De acuerdo a la información oficial, en abril la industrialización de maíz volvió a retroceder respecto de 2023. Las 527.572 toneladas procesadas representan una caída interanual de 17%, el mismo porcentaje que en marzo, y la quinta consecutiva desde diciembre del año pasado. Para el período de diciembre de 2023 a abril de 2024 la transformación de maíz cayó 9 por ciento.
El desplome es general para todas las áreas que involucran el agregado de valor de este cereal, incluso la molienda húmeda –directamente ligada al sector alimenticio y de las bebidas– ,que llega a caer 21% en marzo y en abril respecto del año pasado.
En el área de los biocombustibles, la producción de bioetanol de maíz cae 7% en el primer trimestre (los datos de abril aún no han sido publicados), siendo la primera caída de tres meses seguidos desde la pandemia de Covid-19. Esta retracción está en línea con el menor consumo de naftas ya que, siendo el corte obligatorio un porcentaje del consumo de nafta, a menor consumo menor demanda de bioetanol.
El retroceso más importante en términos absolutos se da en el rubro de la industria de los alimentos balanceados, sector que es la base de la producción de proteínas animales. Por eso, la menor actividad está en línea con lo que acontece, por ejemplo, en la lechería, que en los primeros cuatro meses del año cayó en su producción 14% respecto de 2023 o unos 500 millones de litros, a razón de casi 11 litros por habitante.
CAE TAMBIÉN LA INDUSTRIALIZACIÓN DE CEBADA Y TRIGO PAN
Asimismo la industrialización de la cebada retrocede de manera consistente en el presente año. En los primeros cuatro meses se procesaron 348.357 toneladas, 3% por debajo del año pasado y el volumen más bajo para este periodo desde la pandemia de Covid (2020).
Finalmente, la molienda de trigo pan muestra indicadores negativos en marzo y abril, acumulando un retroceso de 1% en los primeros cuatro meses, pero con caídas de 4 y 2% en marzo y abril.